Tampoco el ofrecimiento de los descendientes de Bernabéu para jugar el partido en su finca ha servido de nada. De nada han servido los alegatos de muchos ciudadanos para ver correr por el césped a los jugadores que vengan “del Madrid” dispuestos a darles un previsible disgusto a ritmo de chotis a los del tamboril y la dulzaina. La situación que viven en Salamanca los aficionados al fútbol con motivo de la eliminación “del Coruña” por parte de los “Unionistas” salmantinos, me ha animado a informarme del problema por boca de mi querido amigo Vicente, socio, forofo y defensor de dicho club, provocando con su relato mi adhesión a ese grupo de románticos que se niega a dejar su “casa” y llevarse el balón a campo ajeno, perdiendo con ello el dinero que tanto necesitan, pero salvando el alma que inspiró su fundación, según relato del hispano-brasileño amigo.